Mientras estaba en París, o sé porque, tenía ganas de que ”santa vomitase en mi comedor”. Quería luces, y abetos, y guirnaldas de colores, y dulces, y bastones rojos y blancos…
Y mirar las luces de navidad desde el calor de vuestra compañía. La de mi familia.
Pero no sólo la que une los lazos naturales. Si no aquella que yo construyo, la que poco a poco voy añadiendo a mi cartera (la que siempre llevo conmigo)
A TODOS FELIZ NAVIDAD y FELICISIMAS FIESTAS (para los que no celebran la navidad)